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Escrita por: OnionSoda




Estudio: Lerche
Duración: 12 episodios, duración normal. 
Géneros:  Drama, Romance y Seinen. 

Resto de la ficha 

¡Muy buenas! Bienvenidos sean a mi reseña de Kuzu no Honkai ó “Scum’s Wish” ("Deseos de Escoria"), una de las series más curiosas y agitadas ( ‾ʖ̫‾) de la temporada y, sin duda, una de las que más dio de qué hablar.

Como siempre, mis reseñas no poseen spoilers y buscan servir como recomendación a quien pudiera gustarle el título ya mencionado.

En este caso tampoco me dirigiré al manga porque cuando hay anime a la par de aquél (el leerlo me parece algo de escoria plebeya delirando ser un patricio) prefiero la experiencia aumentada del medio audiovisual.


Sinopsis
Hanabi Yasuraoka y Mugi Awaya son la pareja bonita perfecta a los ojos de todos, pero en realidad sólo comparten un secreto, un pacto, un deseo: ambos están enamorados de sus profesores. Hanabi siempre ha amado a su vecino y amigo de la infancia que ahora es su profesor: Narumi Kanai, pero nunca antes se había planteado confesársele; sin embargo, aquel comienza a relacionarse con la profesora de música, Akane Minagawa, para la consternación de Hanabi. Mientras tanto, Mugi está enamorado de Akane, quien hace años es su tutora, y descubre a Hanabi experimentando la misma situación que él. Es entonces que, reunidos por el deseo, deciden utilizarse el uno al otro como un sustituto de la persona que realmente aman, y experimentar la pasión que no les es correspondida.


-Estoy aburrido... ¿chapamos, wacháa?
-Comeme como a uno de tus tazones de arroz con cerdo Viktor... ehm digo Narumi, nono Mugi. No, no era así aaaaaaaaaa

Desarrollo

Kuzu no Honkai es una historia del género dramático-romántico escolar que de partida juega contra la corriente principal del anime de este tipo, desafiando varias convenciones y, en particular, algunas de las expectativas que aún la propia historia genera.

Si tuviese que explicar el cómo hace eso y, a su vez, calificar a este anime con una palabra, esta sería “crudo”. Esto es, “crudo” en el tratamiento de lo que son los temas de fondo de un melodrama amoroso adolescente: estima, sexualidad, identidad, idealización, soledad y pasión lujuriosa. Un contraste muy interesante que podrías hacer, como yo hice accidentalmente en el CeC, es verte Zutto Mae… -baaah- esta bazofia de película, o similar, antes que esta serie.

Tanto así es lo crudo que, de hecho, uno puede considerarlo como su principal valor atractivo o, al contrario, sentir rechazo por los hechos que ocurren y los propios personajes. El título de esta obra, en este sentido, no puede ser más atinado: el cast completo se compone por personajes que son escoria de la más diversa y que no pierden la oportunidad de caer moralmente más bajo, recordándome en múltiples ocasiones a No Longer Human (Reseña) por su melancolía y ambientación gris, y por una de las reacciones más comunes que provoca.


Best girl
Por decirlo de otro modo, trata de un modo desolador la situación afectiva del elenco y, a la vez, confronta y critica sus visiones ingenuamente idealistas y egoístas (exceptuando, quizá, un caso que cumple otro propósito, pero no discutiré por spoilers).

Esto último, junto a una narrativa llena de monólogos e introspecciones (decoradas con metáforas visuales o simple texto sobre fondo monocromático), hace que esta sea una serie lenta en ritmo. Pero como dijo Mahatma Gandhi: “si vas a hacer un dramón pesado con pendejos en la edad que les pica la cosita, más te vale ponerle porno o será aburrido”.

Y así Kuzu no Honkai acentúa el punto de la miseria que pretende retratar hasta una instancia, diría, morbosa. Ahí es cuando con la combinación de esto, los monólogos y lo visual, se exacerba tanto la negatividad del tono que surge uno de los mayores defectos de la serie: la apatía.

Para algunos de partida genera un rechazo inconciliable hacia los personajes y la historia, lo que la hace no recomendable para quienes aborrezcan las subidas de tono o la visión, parcialmente en exceso, pesimista de las relaciones.


Para enfatizar cuestiones como sentimientos y situaciones, el anime suele usar y abusar manchas negras o transiciones "a la oscuridad" y/o texto (generalmente la conclusión de un monólogo) sobre fondo monocolor.
Por las dudas no te quede claro algo.
Para otros, entre los que me incluyo, perdida la novedad de lo que tiene para decir y mostrar, y enfocándose en cimentar su elenco, pierde mucha fuerza en cuanto a lo que entretenimiento respecta y motivos para volver. Esto, igual, no significa que se vuelva derechamente aburrida ni que el desarrollo de personajes sea malo; de hecho, con salvedades, es lo contrario.

Pero, aprovechando que mencioné esto, no puedo explicar completamente de qué va esta serie si no me detengo en sus personajes:


Sobre los personajes


Hanabi, Mugi, Sanae, "Moka", Narumi y Akane
Kuzu no Honkai nos cuenta una historia sobre los vínculos que se forman entre seis personajes y sus situaciones afectivas individuales; esto lo hace desde una perspectiva bien negativa sobre la juventud y su inexperiencia. Perspectiva que, como hice referencia anteriormente, está plagada de monólogos introspectivos y simbolismos, elementos que resultan en una buena elaboración de su elenco y el tema que representa.

Este anime es sobre amor, pero... ¿cuál amor? ¿Qué es este siquiera? De eso es lo que se propone encontrar la respuesta el dúo protagónico (cuando no están haciendo llorar al niño Jesús, obviamente). Sin embargo, y que no te engañe quizá la forma en que planteé esto, esta historia no va por “el camino feliz”. Como si se tratara de un mensaje, se dirige a esa etapa en la vida de muchos donde se idealiza el romance mientras se atraviesa el despertar sexual, teniendo cosas muy feas para decir de todos -menos de las cebollas, porque bañarnos en las lágrimas y el odio de otros es lo propio, nuestra naturaleza-. Con versiones simplificadas pero verosímiles de jóvenes y las concepciones mundanas más comunes de enamoramiento que tienen estos, crea personajes y roles en la historia de un modo que no tiene nada de sutil:

"Con este muñequito decime dónde te tocó la nena mala"
Desde la enamorada al borde de despechocharse de tanta frustración; el hombre dildo; la lesbiana moderna, fuerte e independiente que no necesita ningún hombre posesiva y resentida; la tarada delirante; el huampudo alegre; y la harpía mayor; cada uno de ellos cumplen un propósito muy específico que no es más que expresar un vicio de lujuria, inmadurez y falso amorío diferente, y ninguno de ellos precisamente es entrañable en eso. Decir, entonces, que alguno de ellos “está de más” no es correcto, pues funcionan bien desde el punto de vista temático.

No obstante, se me hace muy criticable este apartado en función de que la mitad del elenco son roles, más que personajes, lo que hizo necesario dedicarles su propio episodio, en vez de integrarlos a la línea narrativa principal (la de Hanabi y Mugi) cuando, a mi modo de verlo, perfectamente pudo hacerlo y hubiese sido mejor. Esto termina impactando mal en la estructura de la historia, en su ritmo y en la tendencia a olvidarse de ciertos personajes durante episodios enteros, de forma grave en el caso de los protagonistas, en particular más Hanabi.
Cuando hasta tu anime y tu imaginación te cuckean
Ya para cuando se le destina un arco entero a resolver un conflicto secundario como el de Sanae, encontramos el punto más bajo de la serie, donde esta se plancha y concluye el problema de una forma tan prolongada, mediocre e inconsecuente que me hace cuestionar si su presencia no es más que para tener otro condimento morboso adicional.

Sun Tzu en El Arte de la Guerra: “Ya no existe el honor en las waifu wars; los yaoi/yurifags siempre lo arruinan todo con sus mugres forzadas.

Aunque esto del “episodio para Pepito/Rosita” nunca es malo per se, digo que hasta puede ser uno de los puntos positivos claros de la serie (como en Tiger and Bunny) si están bien integrados, y acá logran hacer de un modo destacable dos cosas: darles a los personajes una necesaria contextualización (junto a trasfondo) y matiz.


Savage. Estas cosas son hilarantes de un modo negro y macabro que quizá solo las cebollas entendemos.
Introdúzcase a la señorita Akane, o Perra-sensei, el personaje más memorable y un punto fuerte de la serie. Sin embargo, debo mencionar que su introducción, en cuanto al modo, fue algo que me pareció discordante con el tono grave de la serie, puesto que es una villana en toda letra en algo que iba por un enfoque “realista” hasta el momento.

Eso es una de las varias cosas (como las transiciones) que por un lado destruyen cualquier pretensión de sutileza en esta serie y, me parece, exageran mucho el dramatismo, pero por el otro lado hace muy accesible el tema que está tocando. Este punto, en definitiva, pienso que es más próximo a una cuestión de gusto personal y no es un problema importante si te gusta, como a mí, que una serie así vaya directo al grano y a los bifes de chorizo y las merluzas sin rellenarte con mucho pan y chocolates de entrada -incidentalmente tenía hambre cuando escribí esta metáfora de doble sentido-.

Pero la serie hace algo más que buscar glorificar el antagonismo de Akane y ser la contraparte de Hanabi: la hace uno de los Puntos de Vista, el segundo en relevancia, para cimentar y explicar sus motivaciones, con sustancia y sin justificarla (como toda obra hace hoy día con sus antagonistas). En verdad, la resolución de su temática para la serie (que yo encontré buena, pero sé que otros no la verán en buena luz) y la importancia que terminó teniendo este personaje, ni hablar lo disfrutable que son todas sus escenas, me hace preguntar porqué no tenemos directamente una serie con ella de protagonista.

Y hablando de Hanabi, es un personaje que considero interesante, con defectos bien planteados y un caso de conflicto moral bien desarrollado, algo raro de ver para mí. Un protagonista dubitativo de esos que desesperan a todos, con la enorme salvedad de ser mucho más buscona proactiva que lo usual. Como tal diría es idónea para una serie así, pero termina desviando tanto su desarrollo (uno encima lento) que cuando se suma a eso el hecho de que en varios puntos se la relega, el ritmo de la serie sufre y la historia se resuelve casi sin ella. Entonces llegado al epílogo, su resolución se siente algo inconexa y precipitada...

Pero qué buen final.
Sobre el final


Hasta ahora vengo describiendo una serie gris, deprimente, pesada, llena de miserias y lenta, que comete un par de osadías (para lo que es el medio) que la exaltan hasta que pierden novedad y gracia, y la serie cae en un umbral de negatividad que más de uno llama “Porno de Miserias” y, adicionalmente, pierde estructura y equilibrio en el desarrollo de su cast (aunque dándole bastante tiempo al mejor personaje).

Eso, seguramente, es algo que desatrae a muchos espectadores y también la coloca en un pésima posición. Más aún si cada tanto se ve algún comentario comparándola con una telenovela -a lo que particularmente replico con la pregunta ¿Qué telenovela viste? ¿En serio, cuál? No he visto en mi vida muchas (diría unas 12 de Arg, Mex, Ch y Vz), pero ninguna de ellas era la mitad de pesada que esto, y en todas era un escándalo si un adulto hiciera más que tomarle el brazo a un adolescente. Ya quisiera ver algo con las bolas (literal y figurivamente hablando) que tiene esto-

Sin embargo, entre tanta crudeza puede pasar desapercibido algo muy importante: todos los conflictos temáticos, cuyos representantes son los personajes, se van progresivamente resolviendo, haciendo entrever, y ya con el final exponer, que esta serie hizo lo que hizo con un propósito muy claro. Un propósito que suscribe a la filosofía de que “para saber lo que es bueno y verdadero, tenés que primero conocer lo malo”

Franz Reichelt - “Para volar libre con el viento hay que primero tocar fondo.

El final, si bien no muy remarcable como episodio en sí, logra un desenlace efectivo y claro del tema principal. Pero no se detiene ahí: es una conclusión salida de la norma y con coherencia que, en lo personal, fue una sorpresa grata pues en ese punto estaba subestimándola.


En conclusión

Kuzu no Honkai no es una serie para el gusto de todos, en especial por la apatía que en un punto u otro genera por sus personajes y sucesos, y tiene múltiples cosas que cuestionarle. Aunque también tiene unos puntos e ideas muy interesantes, presentación y desarrollos bastante atípicos pero decentes que se aprecian más, creo yo, no dejando pasar mucho tiempo entre ver un episodio u otro.


7

Recomendable para quienes disfruten del drama pesado y el contenido algo transgresor


Estoy seguro que hay algún punto con el que quizá no estés de acuerdo, o, a lo mejor, sí. En cualquier caso quiero saber tu opinión en los comentarios.



[La chinita de ojos negros me asusta]

Nos vemos en la próxima, que quizá sea muy pronto.




PD: Siento que fui muy maduro por mi parte en no decir ni una sola vez “Cum’s Wish”... oh... carajo mierda

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